¿Por qué la Ascensión del Señor es motivo de alegria?, esto dice el Papa

Ante los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, para el rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco habló sobre la Solemnidad de la Ascensión del Señor que celebramos este VII Domingo de Pascua.

La lectura del Evangelio de hoy (Mc 16,15-20) presenta el último encuentro del Resucitado con los discípulos antes de subir a la derecha del Padre.

“Normalmente, lo sabemos, las escenas de despedidas son tristes, causan en quien se queda un sentimiento de pérdida, de abandono; sin embargo esto no les sucede a los discípulos. No obstante la separación del Señor, no se muestran desconsolados, es más, están alegres y preparados para partir como misioneros en el mundo”.

Así como ellos, nosotros también debemos alegrarnos de ver a Jesús ascender al Cielo.

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El primer motivo de la alegría: la redención

“La ascensión completa la misión de Jesús en medio de nosotros. De hecho, si es por nosotros que Jesús bajó del cielo, también es por nosotros que asciende. Después de haber descendido en nuestra humanidad y haberla redimido”, explicó el Papa Francisco previo al rezo mariano.

“Asciende al cielo llevando consigo nuestra carne. Es el primer hombre que entra en el cielo, porque Jesús es hombre, verdadero hombre, es Dios, verdadero Dios; nuestra carne está en el cielo y esto nos da alegría. A la derecha del Padre se sienta ya un cuerpo humano, por primera vez, el cuerpo de Jesús, y en este misterio cada uno de nosotros contempla el propio destino futuro. No se trata de un abandono, Jesús permanece para siempre con los discípulos, con nosotros”, afirmó.

El que Jesús haya ascendido al Cielo nos debe dar seguridad, pues reza por nosotros.

El segundo motivo de la alegría: El Espíritu Santo

Hay un segundo motivo para la alegría, explicó el Santo Padre, y este es la promesa de Jesús.

Él nos ha dicho: “Les enviaré al Espíritu Santo”, el cual llegó 9 días después en la fiesta de Pentecostés.

“Con el Espíritu Santo, se hace ese mandamiento que Él da precisamente en la despedida: “Vayan por el mundo, anuncien el Evangelio”, recordó el Papa a los fieles presentes.

“Precisamente es el Espíritu Santo que ha hecho posible que todos nosotros seamos hoy así. ¡Una gran alegría! Jesús se ha ido al cielo: el primer hombre ante el Padre. Se fue con sus llagas, que han sido el precio de nuestra salvación, y reza por nosotros. Y después nos envía el Espíritu Santo, nos promete el Espíritu Santo, para ir a evangelizar. Por esto la alegría de hoy, por esto la alegría de este día de la Ascensión”.

El Papa Francisco pidió a la Virgen María que ayude a los fieles del mundo a ser testigos valientes del Resucitado en las situaciones concretas de la vida.

Su preocupación por el conflicto en Israel y la Franja de Gaza

Posterior Regina Coeli, el Santo Padre expresó su preocupación por los enfrentamientos armados entre la Franja de Gaza e Israel.

“Numerosas personas han resultado heridas, y muchos inocentes han muerto. Entre ellos también hay niños, y esto es terrible e inaceptable. Su muerte es signo de que no se quiere construir el futuro, sino que se quiere destruir”, dijo el Papa Francisco.

El Santo Padre hizo un llamado a la calma y al cese de las armas.

“Rezamos incesantemente para que israelíes y palestinos puedan encontrar el camino del diálogo y del perdón, para ser pacientes constructores de paz y de justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos”.

 

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