Una de los muchos motivos por los que la gente peregrina desde diversos puntos del país a la Basílica de Guadalupe, es para agradecer o pedir a la Morenita del Tepeyac su intercesión ante Dios frente a problemas relacionados con los niños, ya sea por enfermedad o para que un bebé llegue a la familia.
Tal es el caso de dos peregrinos; aunque ambos son provenientes de Tlaxcala, pertenecen a distintas peregrinaciones, y este 2019 vinieron a agradecerle a la Virgen por haber colmado de paz y dicha su hogar con estas hermosas bendiciones.
Desde hace 14 años, el 10 de diciembre, Freddy Ortega comienza su peregrinar en bicicleta desde Tlaxcala hacia la Ciudad de México para ir al encuentro con la Virgen de Guadalupe.
“El camino no es fácil, pasamos un poco más de 12 horas pedaleando mi esposa y yo, pero el esfuerzo vale la pena, pues Ella intercedió por nosotros para que Dios nos concediera la gracia de ser padres por primera vez hace tres años”, señala Fredy con emoción.
Además de su larga jornada en bicicleta, él camina cargando una imagen de la Guadalupana de 1.80 metros de altura, desde la ex Glorieta de Peralvillo hasta el atrio de la Basílica de Guadalupe, “cargar esta figura no es pesado, incluso me siento ligero y muy contento. No siento el cansancio, porque ya llegué a darle las gracias a mi ‘Madrecita’ y a cantarle sus Mañanitas”.
Para Anahí Hernández, esposa de Fredy, esta manera de peregrinar es una forma de enseñarles a sus dos pequeños, Daniel y Dayana, el amor por la Virgen. “Cada año venimos y Ella a diario nos da su amor incondicional”.
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Francisco Huerta lleva 29 años peregrinando ininterrumpidamente desde Huamantla (Tlaxcala) a la Basílica de Guadalupe con el grupo de antorchistas “San Francisco Tecoac”, pues para él es un honor visitar a la Morenita del Tepeyac y cantarle las Mañanitas el día de su fiesta. Pero este este año viene con más gusto por un doble motivo.
“El primero -señala-, es que en este 2019 la familia Huerta viene por primera vez al frente del grupo “San Francisco Tecoac”, y el segundo y más importante fue que, por intercesión de la Guadalupana, en este año Dios nos concedió un gran milagro, por el cual nuestra familia siente mucha alegría”.
“Esta vez venimos con más alegría y fe a visitar a Nuestra Señora. Un sobrino nació enfermo de cáncer; mi hermano le pidió con mucha fuerza y, después de tres operaciones, nuestro niño ya está completamente sano. Incluso él viene en esta ocasión con nosotros a ver a la Virgen.
El grupo de antorchistas “San Francisco Tecoac” cada 10 de diciembre sale de Huamantla a las 22:00 horas, para llegar a la Basílica de Guadalupe en la tarde el día 11; unos inician el recorrido a trote y otros a bordo de un vehículo, y a lo largo del camino se van intercambiando.
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