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La Catedral de Colima, de los tiempos de Hernán Cortés hasta nuestros días

En Colima, cerca de la Catedral, vivió temporalmente Miguel Hidalgo por lo que es probable que haya celebrado alguna Misa en el recinto.

23 marzo, 2024
La Catedral de Colima, de los tiempos de Hernán Cortés hasta nuestros días
Interior de la Catedral de Colima.

Colima es uno de los estados más pequeños de la República Mexicana; sin embargo, tiene una rica historia que data de tiempos prehispánicos. Por ejemplo, son famosas mundialmente las pequeñas esculturas de perritos danzantes que hicieron artesanos indígenas.

La Diócesis de Colima fue creada por el Papa León XIII en 1881, bajo la bula Si Principium. Su Catedral fue declarada por san Juan Pablo II como Basílica Menor el 12 de octubre de 1988 y está consagrada a la Virgen de Guadalupe. Ésta fue la primera catedral en estar dedicada a la Virgen del Tepeyac. Es un monumento histórico que abarca los estilos gótico, barroco y neoclásico.

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El templo fue construido en el mismo lugar en el que los españoles levantaron la primera parroquia y las casas reales, de modo que su origen se remonta a 1525, y el caserío recibió el nombre de San Sebastián de la Provincia de Colima. Hernán Cortés estuvo ahí varias veces, y el rey de España le dio el nombre de Villa de Santiago de los Caballeros.

La Catedral -que originalmente incluía adornos de oro, ladrillo y piedra-, fue construida en adobe, y aun así soportó los sismos y las inclemencias del tiempo. En 1820 fue reconstruida por don Lucio Uribe.
Su fachada es muy sencilla; tiene una sola nave y cuenta con dos torres de un solo cuerpo, que son las más altas de la ciudad. El campanario tiene arcos de medio punto. Su acceso está flanqueado por dos arcos con columnas jónicas. Y la cima está rematada con una cruz de cantera.

En su interior, ricamente adornado, predominan los adornos con estilo barroco y neoclásico, y cuenta con tallas de madera de cedro que fueron labradas por los ebanistas Manuel Cedeño y Andrés González. Destaca una escultura de san Felipe de Jesús, que es el patrono de la ciudad desde 1668; es decir, 41 años después de que este mártir mexicano fuera beatificado en Roma por el Papa Urbano VIII. Además, es digno de mención el púlpito, realizada por Othón Bustos.

En la capilla de los mártires se encuentran los restos de san Miguel de la Mora, (1874-1927), sacerdote que perdió la vida en esta entidad durante la Guerra Cristera, donde sus restos ingresaron el 9 de diciembre de 1942. Él fue canonizado en Roma por san Juan Pablo II en el Jubileo del año 2000.



Autor

Periodista decano en la fuente religiosa. 

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