Creo que a todos nos ha pasado que a pesar de haber hecho planes y tener buenas intenciones, no hemos alcanzado lo que buscamos.
Por lo general siempre nos enfrentamos a limitaciones cuando perseguimos nuestras metas ya que es un hecho que nadie cuenta con recursos ilimitados, a veces falta el dinero, en otras, los colaboradores adecuados y muchas veces, el tiempo.
Leer: Piénsalo dos veces: aprovechar mejor
La falta de este recurso es comúnmente mencionada en aquellas pláticas justificadoras. Hace unos meses, un conocido se preocupaba debido a que, por no dominar el inglés, su trabajo estaba en peligro. Alguien le dio una solución obvia en forma de pregunta ¿Y por qué no aprendes inglés? –Quisiera – fue la respuesta- pero a qué horas.
A raíz del confinamiento, algunos están trabajando desde casa, en teoría se ahorran horas de traslado por no ir a la oficina, pero ¿Qué están haciendo con ese tiempo adicional? Probablemente nada.
Cuando regresemos a la llamada “Nueva normalidad” muchos verán con tristeza que tuvieron mucho tiempo para planear, corregir errores, deshacerse de malos hábitos o prepararse para enfrentar los retos, pero habrán desperdiciado la oportunidad. He escuchado comentarios de personas que llevan dos meses “desperdiciados” pero no hacen nada para aprovechar los que aún nos quedan.
Reflexionemos si realmente es la falta de tiempo o de dinero lo que nos impide cambiar o en realidad es que no tenemos la voluntad para modificar todo aquello que nos está deteniendo para ser mejores.
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