¿Qué es lo que le preocupa a una niña o niño a los 7 años de edad? Quienes crecen en entornos saludables, piensan en el nuevo juego, en la tarea de matemáticas no terminada o en qué ser de grandes.
Para Luis, la vida fue más difícil. A esa edad vivió el primer abuso por parte de su tío, pero fue hasta los 14 años, tras ver un anuncio en la televisión, que supo que no era normal y debía pedir ayuda. Valientemente, pudo romper el silencio.
No fue sencillo. Al inicio ni el adolescente ni su familia podía nombrar lo ocurrido. El trauma, la falta de información y de redes de apoyo lo llevaban a referirse a la agresión sexual como “eso”. Esa es la misma razón por la que muchos menores de 18 años no denuncian el maltrato, abuso o violación.
Durante años, aprendimos a callar o a negar, a referirnos a la violencia con eufemismos. Ahora, la sociedad, la Iglesia, las y los pequeños y las familias estamos dispuestos a transformar esa realidad.
El Papa Francisco, durante la primera Jornada de Oración por las Víctimas y Supervivientes de los Abusos, exhortó a toda la población a mantenernos vigilantes en el desarrollo de las y los más jóvenes. También habló sobre las estrategias que llevan a cabo, como fomentar la cultura de paz en los espacios de las diócesis para informar, combatir y prevenir la pederastia.
Muy contrario a lo sucedido en 1997, cuando ocho ex miembros de la Legión de Cristo acusaron a Marcial Maciel de haber abusado sexualmente de ellos. Como periodista tuve la oportunidad de conocer de primera mano sus historias y apoyarles a alzar la voz.
Hoy, dejamos de decirle “eso”. Le otorgamos todas y cada una de sus letras: abuso sexual infantil. Porque sabemos que sólo así, con unión, reconocimiento y acompañamiento podemos prevenir este ilícito y sancionar a los responsables.
La Iglesia Católica se ha comprometido en hacer valer los testimonios de víctimas, en acompañarlas en su proceso, brindarles la oportunidad de contar su verdad. Labor loable y necesaria para la reparación del daño de cualquier persona.
Desde la sociedad civil también acompañamos en favor de reconstituir la paz emocional de las víctimas y sus círculos cercanos, además de iniciar el proceso de denuncia. En el Consejo Ciudadano hemos atendido 238 casos de niñas, niños y adolescentes, como Luis, que sufrieron alguna agresión sexual.
Tanto a afectados, como a sus familias, les decimos: nunca es tarde para denunciar y recibir apoyo. Si tú pasaste por esto o conoces algún caso de abuso sexual, te escuchamos y brindamos el apoyo necesario en la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.
Nombrar, reconocer y proteger, ahora es un proceso natural contra el abuso infantil, para, como dijo el Papa: “sostener los caminos de la recuperación humana y espiritual de las víctimas”.
Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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