La Iglesia donde se venera al Señor de los Trabajos
Esta parroquia en el Centro Histórico se caracteriza por sus múltiples servicios, entre ellos un centro de escucha y bolsa de trabajo.
A la Parroquia de San Lorenzo Diacono y Mártir, en Belisario Domínguez No. 28, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, acuden devotos que van a agradecer o pedir por un empleo al Señor de los Trabajos.
Esta imagen de Jesús tiene muchos devotos en varios estados del país, principalmente en Aguascalientes, Zacatecas, Querétaro y Guanajuato, pues los fieles aseguran que no sólo les ayuda a conseguir empleo, sino que los protege en sus labores diarias.
“Esta devoción es muy peculiar, pues aunque su fiesta se realiza el 10 de agosto, cada mes, en los días de quincena, se celebra una Misa en agradecimiento por los favores recibidos”, detalla el párroco Jaime Paredes.
Comenta que además de estas celebraciones, la iglesia tiene un centro de escucha en colaboración con Catedral Metropolitana y una bolsa de trabajo que comenzó a operar el 14 de septiembre de este año.
La idea de la bolsa de trabajo –explica– surgió porque muchos feligreses se acercan a este templo para pedir empleo. Ahora, los interesados llenan una boleta con su perfil laboral que se envía al encargado de la bolsa de trabajo, quien a su vez responde con opciones de empleo.
Los retos de San Lorenzo
Además de la labor de escucha y búsqueda de empleo, los esfuerzos de esta parroquia -encabezados por el padre Jaime- están encaminados a crear una hermandad y trabajo de evangelización entre las iglesias del Centro, así como entre los fieles.
“Nuestro plan pastoral es crear una comunidad, no sólo un grupo parroquial. Esto ayudará a que los feligreses se sientan parte de San Lorenzo. De hecho, al terminar las Misas del Señor de Trabajo, la comunidad comparte pan, café, galletas; creo que es un signo muy positivo”.
Sensibilidad
San Lorenzo destaca por su belleza, su aspecto actual es producto de una remodelación en 1779 (siglo XVIII).
Aquí se llevan a cabo conciertos cuyo objetivo es el conocimiento, la valoración y fomentar el arte, lo cual es una puerta de entrada para cultivar una mayor sensibilidad de lo bello y lo bueno en el ámbito social y espiritual, comenta el padre.
Los conciertos surgieron en Santa Catarina, iglesia de la que también es párroco y que quedó dañada por los sismos de 2017. Ahora continúan en la parroquia de San Lorenzo.