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¿Qué es el método de la conversación en el Espíritu Santo?

Conoce a qué se refiere el método de la conversación en el Espíritu Santo y cómo puedes practicarlo ¡Te lo decimos!

Como una “dinámica de discernimiento” a partir de la conversación en el Espíritu Santo surge esta iniciativa del papa Francisco. En efecto, se impulsó enfáticamente este método como parte del esquema de trabajo en el Sínodo de la Sinodalidad.

Pero, ¿en qué consiste este modelo de “conversación en el Espíritu Santo” que sugiere el pontífice en el marco de una Iglesia sinodal? Lo analizamos en “Desde la fe” y te presentamos una síntesis de la información oficial como un fruto más allá del Sínodo.

El método busca brindar las herramientas para hacer un discernimiento en el que Dios Espíritu Santo es el gran protagonista. En tal sentido, necesitamos precisar en primer lugar qué es el discernimiento espiritual y cómo se consigue.

El papa Francisco explica que “el discernimiento es un arte, un arte que se puede aprender y que tiene sus propias reglas”.

“Si se aprende bien -abunda el Santo Padre- permite vivir la experiencia espiritual de manera cada vez más bella y ordenada. Ante todo, el discernimiento es un don de Dios, que hay que pedir siempre, sin presumir nunca de experto y autosuficiente”.

Por ello, se nos sugiere rezar de este modo: “Señor, dame la gracia de discernir en los momentos de la vida”. Muéstrame “qué tengo que hacer, qué tengo que entender” y “dame la gracia de discernir”.

Una primera ayuda indispensable es la confrontación con la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia. Estas nos ayudan a leer lo que se mueve en el corazón, aprendiendo a reconocer la voz de Dios y a distinguirla entre otras voces que parecen imponerse a nuestra atención, pero que al final nos dejan confundidos”.

Añade el papa que “la Biblia nos advierte que la voz de Dios resuena en la calma, en la atención y en el silencio”.

Conversación en el Espíritu Santo: Los momentos

La conversación en el Espíritu Santo con miras al discernimiento se puede alcanzar siguiendo cinco etapas. En cada una de ellas existe una clave fundamental; todas incluyen el silencio, la escucha atenta y la oración:

  1. Trabajar en la preparación personal: Confiándose al Padre, conversando en la oración con el Señor Jesús y escuchando al Espíritu Santo, cada persona ha de preparar su propia aportación a la cuestión sobre la que está llamado a discernir. La clave de la preparación personal es el silencio, la oración y la escucha de la Palabra de Dios.
  2. Tomar la palabra y escuchar: Cada persona hablará a partir de su propia experiencia y oración. Luego, escuchará atentamente la contribución de los demás. La clave de esta etapa es nuevamente el silencio y la oración.
  3. Dar espacio a los demás y al Otro: A partir de lo que han dicho los demás, cada uno comparte lo que más le ha resonado o lo que más resistencia ha despertado en él, dejándose guiar por el Espíritu Santo. En este aspecto, deberá preguntarse: “¿Cuándo, escuchando, me ha ardido el corazón por dentro?”. La clave de este momento es el silencio y la oración.
  4. Construir juntos: Juntos dialogamos a partir de lo que surgió previamente para discernir y recoger los frutos de la conversación en el Espíritu. Es fundamental reconocer intuiciones y convergencias; identificar discordancias, obstáculos y nuevas preguntas; permitir que surjan voces proféticas. Además, es importante que todos puedan sentirse representados por el resultado del trabajo. Debemos preguntarnos: “¿A qué pasos nos llama el Espíritu Santo?”. La clave: escucha, silencio y oración.
  5. Hacer una oración final de agradecimiento: Por último, es fundamental siempre dar gracias a Dios. La gratitud es particularmente apreciada por Nuestro Señor, y un hermoso detalle con el Espíritu Santo, a quien esperamos tener como el gran protagonista.

¿Escuchamos al Espíritu Santo?

Explica el Papa que “la voz del Señor siempre se reconoce, tiene un estilo único, es una voz que apacigua, anima y tranquiliza en las dificultades”.

¿Cómo saber si estoy escuchando al Espíritu Santo? También el pontífice nos da las claves con base en las sagradas escrituras:

“El Evangelio nos lo recuerda constantemente: «¡No temas!» (Lc 1,30). Qué bella esa palabra del ángel a María: «¡No temas!», «¡no tengas miedo!», es justo el estilo del Señor: «¡No temas!»”.

“«¡No temas!», nos repite el Señor hoy también a nosotros; «¡no temas!»: Si confiamos en su palabra, jugaremos bien el partido de la vida y podremos ayudar a los demás. Como dice el Salmo: su Palabra es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino (cf. 119.105)”.

Carlos Zapata

Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales.

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