Las oraciones para la Comunión Espiritual son una forma de expresar nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y nuestra devoción hacia él.
La Comunión Espiritual consiste en recibir la Sagrada Comunión espiritualmente -con el alma-, por no poder hacerlo físicamente.
Cuando una persona realiza la Comunión Espiritual expresa su deseo de recibir espiritualmente a Jesucristo en su corazón. Las razones por las que no lo puede recibir físicamente pueden variar.
Puede haber varias razones por las cuales una persona puede no poder recibir la comunión físicamente:
A través de la Comunión Espiritual le mostramos a Jesús que si no lo recibimos físicamente es porque no podemos, no porque no queramos.
Cada persona puede realizar la Comunión Espiritual, puede solicitarla con sus propias palabras o usar una oración. A continuación te presentamos tres oraciones para realizarla:
Creo, Jesús mío,
que estás real y verdaderamente en el Cielo
y en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido,
Te abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
A tus pies, ¡oh mi Jesús!,
me postro y te ofrezco
el arrepentimiento de mi corazón contrito,
que se hunde en la nada ante tu santísima presencia.
Yo te adoro en el Sacramento de tu amor,
la inefable Eucaristía,
y deseo recibirte en la pobre morada
que te ofrece el alma mía.
Esperando la felicidad de la comunión sacramental,
yo quiero poseerte en espíritu.
Ven a mí, puesto que yo voy a ti,
¡oh Jesús mío!,
y que Tu amor inflame todo mi ser
en la vida y en la muerte.
Creo en Ti y espero en Ti.
Así sea.
Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.
Amén
Puede hacerse siempre. A diferencia de la Comunión física, que sólo puede recibirse una vez al día, máximo dos (y la segunda, por razones justificadas y sólo en Misa), este tipo de Comunión puede hacerse varias veces al día.
Hay quien acostumbra hacerla en la mañana al despertar y en la noche al acostarse; hay quien acostumbra ir a Misa entre semana y si un día no puede ir, hace la Comunión Espiritual. Y, desde luego, hay quien asiste a Misa el domingo y por alguna razón no puede comulgar físicamente, por lo que recurre a la Comunión Espiritual.
Con información de Alejandra Sosa Elízaga, del sacerdote Víctor Jiménez y de Vatican News.
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