El Papa Francisco aseguró que en un mundo actual dominado por las apariencias, los pensamientos superficiales y por la banalidad, es necesario recuperar la virtud de la prudencia y acto seguido dio una explicación de las cualidades que debe tener una persona prudente.
Durante la Audiencia General, el Papa Francisco indicó que la prudencia, “junto con la justicia, la fortaleza y la templanza, forma las virtudes llamadas cardinales, que no son prerrogativa exclusiva de los cristianos, sino que pertenecen al patrimonio de la sabiduría antigua, en concreto, la de los filósofos griegos”.
Durante su catequesis ofrecida desde la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco aseveró que la virtud de la prudencia es “la capacidad de gobernar las acciones para dirigirlas hacia el bien; por eso recibe el sobrenombre de ‘conductor de las virtudes’.
“La prudencia enseña también que, como se suele decir, ‘lo perfecto es enemigo de lo bueno’. Demasiado celo, de hecho, en algunas situaciones, puede provocar desastres: puede arruinar una construcción que hubiera requerido gradualidad; puede generar conflictos e incomprensiones; puede incluso desatar la violencia”, advirtió el Santo Padre.
En la catequesis preparada por el Papa Francisco, y leída por el padre rosminiano Pierluigi Giroli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, Su Santidad señaló que la prudencia no es la virtud de la persona temerosa, siempre titubeante ante la acción que debe emprender, creer eso “es una interpretación errónea”.
La prudencia, indicó el Papa Francisco, es la virtud más importante porque surge de la inteligencia de la persona: “Conceder la primacía a la prudencia significa que la acción del ser humano está en manos de su inteligencia y de su libertad”, aseguró el Santo Padre y detalló las cualidades que tiene una persona prudente:
“Desafortunadamente, en todos los ambientes hay quien tiende a liquidar los problemas con bromas superficiales o a suscitar siempre polémicas. La prudencia, en cambio, es la cualidad de quienes están llamados a gobernar: saben que administrar es difícil, que hay muchos puntos de vista y que es preciso tratar de armonizarlos, que no se debe hacer el bien de algunos, sino el de todos”, indicó el Papa sobre esta virtud.
Durante su catequesis en la Audiencia General del 20 de marzo de 2024, el Papa Francisco aseveró que la persona prudente sabe custodiar la memoria del pasado, no porque tenga miedo al futuro, sino porque sabe que la tradición es un patrimonio de sabiduría, porque “no es bueno pensar siempre que el mundo empieza con nosotros, que tenemos que afrontar los problemas desde cero”.
En este sentido, el Papa indicó que muchos pasajes del Evangelio nos ayudan a educar la virtud de la prudencia, por ejemplo los que refieren que: “es prudente quien edifica su casa sobre la roca, e imprudente el que la construye sobre la arena. (cfr. Mt 7,24-27). Sabias son las vírgenes que llevan consigo el aceite para sus lámparas, y necias son las que no lo hacen (cfr. Mt 25,1-13)”.
“La vida cristiana es una combinación de sencillez y astucia. Al preparar a sus discípulos para la misión, Jesús les recomienda: ‘Yo los envío como ovejas entre lobos; sean entonces prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas’.
“Es como si dijera que Dios no sólo quiere que seamos santos, sino que quiere que seamos santos inteligentes, porque sin prudencia ¡equivocarse de camino es cuestión de un momento!”, concluyó el Papa Francisco su catequesis sobre la virtud de la prudencia.
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