Durante sus mensajes, homilías e intervenciones en la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, el Papa Francisco compartió poderosas enseñanzas y reflexiones. Estas son algunas de las mejores frases de Su Santidad en esta JMJ-2019.
La cultura del encuentro es un llamado e invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común. Un sueño grande y capaz de cobijar a todos.
Con sus gestos y actitudes, con sus miradas, sus deseos, y especialmente con su sensibilidad, desmienten y desautorizan todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división, en excluir o expulsar a los que “no son como nosotros”.
¡Cuántas cosas nos pueden diferenciar! Pero nada de eso impidió poder encontrarnos y sentirnos felices por estar juntos.
La Virgen María no salía en las “redes sociales” de la época, no era una “influencer”, pero sin quererlo ni buscarlo, se volvió la mujer que más ha influido en la historia.
Esta tarde también escuchamos cómo el “sí” de María hace eco y se multiplica de generación en generación. Muchos jóvenes, a ejemplo de María, arriesgan y apuestan guiados por una promesa.
No se olviden que no son el mañana, no son el “mientras tanto”, sino el ahora de Dios.
No tengan miedo, vayan adelante con esa energía renovadora y esa inquietud constante que nos ayuda y moviliza a ser más alegres y disponibles, más ‘testigos del Evangelio’.
Los jóvenes nos invitan a involucrarnos en su construcción para que los sueños no queden en algo efímero o etéreo, para que impulsen un pacto social en el que todos puedan tener la oportunidad de soñar un mañana: el derecho al futuro es también un derecho humano.
¿Qué nos mueve a encontrarnos en esta JMJ? La seguridad de saber que hemos sido amados con un amor profundo que no queremos y no podemos callar, y que nos desafía a responder de la misma manera: con amor. Es el amor de Cristo el que nos mueve.
Podremos tener todo, pero si falta la pasión del amor, faltará todo. ¡Dejemos que el Señor nos enamore!
¿Acaso alguien por ser discapacitado o frágil no es digno de amor?, ¿alguien por ser extranjero, por haberse equivocado, por estar enfermo o en una prisión no es digno de amor?
Sólo lo que se ama puede ser salvado. Sólo lo que se abraza puede ser transformado.
Solo el amor nos vuelve más humanos, más plenos. El resto son placebos vacíos.
No se vayan hoy sin dejar que Jesús cambie algo en ustedes. Confíen en Él y déjenlo entrar, no se decepcionarán.
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