El Papa Francisco aseguró que las enfermedades del alma también han de ser curadas y la medicina para sanar siempre es el perdón.
En su homilía en la Capilla de Santa Marta de este 17 de enero 2020, el Santo Padre reflexionó sobre el episodio evangélico de san Marcos del día en el que Jesús sana a un paralítico.
Jesús se encontraba en Cafarnaún y congregó a la multitud a su alrededor. A través de un agujero en el techo le presentan a un hombre impedido en una camilla. Todos esperaban que Jesús lo sanase, pero este despachó a todos diciendo “Hijo, tus pecados te son perdonados” y le ordena que se levante, tome la camilla y vuelva a casa.
Con respecto a este pasaje, el Papa Francisco indicó que, con sus palabras, Jesús nos permite ir a lo esencial. La curación física es un regalo, pues la salud física es un regalo que debemos cuidar, pero el Señor nos enseña que también es importante proteger la salud del corazón, la salud espiritual.
Y subrayó que “lo esencial es tu relación con Dios”, algo que “olvidamos, muchas veces, como si tuviéramos miedo de ir allí donde está el encuentro con el Señor, con Dios”.
Después, el Santo Padre se refirió de nuevo a cómo nos preocupamos por la salud física, algo que siempre es bueno, “¿pero pensamos en la salud del corazón?”. En esta línea, expuso que existe una frase que quizás nos ayude: “Hijo, tus pecados están perdonados”.
“Es algo sencillo que Jesús nos enseña cuando va a lo esencial. Lo esencial es la salud, toda: del cuerpo y del alma. Guardamos bien la del cuerpo, pero también la del alma. Y vamos al Doctor que puede curarnos, que puede perdonar nuestros pecados. Jesús vino para esto, dio su vida por esto”.
Con información de Zenit
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