Una vez más, durante la audiencia general del Papa Francisco, ocurrió algo inesperado: dos niños lograron colarse hasta donde es encontraba el pontífice y se sentaron a sus pies.
El Santo Padre se encontraba repasando los momentos más significativos de su reciente viaje apostólico a Baréin, cuando los pequeños llegaron hasta el estrado colocado en la Plaza de la Basílica de San Pedro, para instalarse a sus pies.
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El Papa los recibió con una sonrisa, y aprovechó la circunstancia para reflexionar sobre cómo establecer una relación con Dios:
“Antes de hablar de lo que he preparado, me gustaría llamar la atención sobre estos dos niños, chicos que han venido aquí. No pidieron permiso, no dijeron: ‘Ah, tengo miedo’: vinieron directamente. Así es como debemos estar con Dios: directamente. Nos han dado un ejemplo de cómo debemos estar con Dios, con el Señor: ¡adelante! Siempre nos está esperando. Me hizo bien ver la confianza de estos dos niños: fue un ejemplo para todos nosotros. Así es como debemos acercarnos siempre al Señor: con libertad.”
No es la primera vez que ocurre algo así: el 17 de agosto pasado, un pequeño llegó hasta el Papa y se quedó con él durante toda la audiencia general; y en octubre del 2021 un niño con discapacidad hizo lo mismo, y se sentó durante un rato para escucharlo.
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