Construir una cultura de paz, acercar a los jóvenes a las parroquias y atender a las familias son los principales retos de la I Zona Pastoral, que corresponde a la alcaldía de Azcapotzalco, en espera de convertirse en una nueva diócesis, de ser aprobada por el Papa.
Monseñor Florencio Armando Colín Cruz, Obispo Auxiliar encargado del territorio eclesial “Santa María de Guadalupe”, explicó que varios sitios de dicha demarcación sufren problemas de inseguridad.
“Ese es uno de los retos más importantes de nuestra Vicaría. Hemos buscado algunos apoyos de seguridad pública y hemos exhortado a los sacerdotes a estar más unidos, trabajando en pro de la seguridad en las diferentes parroquias y comunidades”.
También, agregó, han buscado nuevas formas de acercar a los jóvenes de nueva cuenta a la Iglesia, como crear grupos con enfoques novedosos. “Como hay mucha delincuencia y falta de empleos, muchos de ellos andan dispersos”.
La atención a las familias, explica monseñor Colín, es una de las tareas principales de la I Vicaría, por lo que cada año realizan un encuentro familiar en un colegio.
“El otro reto es la gran desintegración de las familias. Eso también nos hace entender que debemos redoblar los esfuerzos”.
La propuesta de crear tres nuevas diócesis a partir de la Arquidiócesis de México, una de ellas la de Azcapotzalco, está en manos del Papa Francisco.
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