Pugnar por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país ocasionó no solo la detención del futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años de edad, sino que ahora enfrenta una condena para morir en la horca.
Pese a que las autoridades señalan la presunta participación del deportista en el asesinato de agentes de la policía, organizaciones de derechos humanos aseveran que su condena tiene otras razones, su participación en la reciente oleada de protestas contra el trato opresivo del Gobierno iraní hacia las mujeres.
Azadani, que juega en un pequeño equipo de Irán, y otras ocho personas fueron acusadas de asesinar a tres policías durante las manifestaciones celebradas en Irán el 25 de noviembre, y algunas de ellas también fueron condenadas por traición.
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Las organizaciones de derechos humanos informaron que Azadani fue detenido dos días después del asesinato de los agentes y obligado a confesar el crimen.
A Amir lo juzgaron por “enemistad con Dios”, y su vida pende de un hilo. La “enemistad con Dios” es un delito gravísimo en ese país, y está sujeto a la interpretación del juez que toque en suerte o desgracia.
El sindicato mundial de futbolistas profesionales, conocido comúnmente como FIFPRO, emitió un comunicado en el que se declara “conmocionado y asqueado” por la noticia de la condena impuesta al jugador, al que apoyan, y “piden la anulación inmediata de la condena”.
La federación internacional público en su Twitter: “FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes de que el futbolista profesional, Amir Nasr-Azadani, se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país”.
La semana pasada ya fueron ahorcadas otras dos personas condenadas por asesinato o agresión a agentes de policía en la República Islámica.
Las protestas generalizadas en Irán se produjeron desde la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que falleció bajo custodia tras ser detenida por la policía por la sospecha de infringir las estrictas normas del país sobre el uso obligatorio del velo o hiyab.
De hecho, dicha protesta incluso se hizo presente en el Mundial Qatar 2022, cuando la selección iraní no canto el himno de su país antes del partido inaugural contra Inglaterra, para demostrar su apoyo a las personas que protestan por los derechos de las mujeres en Irán.
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Tras este acto de valentía, diversos medios comentaron que presuntamente se amenazó con encarcelar y torturar a las familias de los integrantes del equipo iraní, si no se “comportaban adecuadamente” antes del partido contra Estados Unidos.
Al parecer, los jugadores fueron convocados a una reunión con miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní y se les dijo que sus familias se enfrentarían a “tortura y violencia” si ellos no cantaban el himno nacional de su país en los partidos o si se ligaban de cualquier manera a las protestas políticas contra el régimen iraní.
Con información de Telemundo Atlanta
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