Que un abuelo orgulloso participe en la boda de su nieto es algo bastante común, pero si el abuelo es el sacerdote que atestigua la celebración del Sacramento, es extraordinario.
La historia fue contada por el portal brasileño G1 y retomada por el medio católico Church Pop.
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Sucedió en Porto Alegre, Brasil. El padre Paulo Müller, de 85 años de edad, quedó viudo después de 29 años de feliz Matrimonio y, con sus hijos mayores e independientes, decidió acercarse a la Iglesia, primero como catequista y ministro de la Eucaristía de su parroquia, después como diácono y, finalmente, en 1992 recibió la ordenación como presbítero.
“Cuando decía: ‘mi abuelo es sacerdote’, a la gente le parecía raro. Pero, para mí, siempre fue algo natural, aunque fuera raro”, cuenta su nieto Anderson Martins Müller.
Cuando Anderson le pidió a su novia Rafaela que se casara con él, la elección del celebrante no fue muy complicada.
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“Al comienzo de la ceremonia, el abuelo comentó que algunas canciones que habíamos seleccionado para participar eran canciones que tocaron en su boda. Para él, tenía recuerdos”, agregó Anderson .
Explicó que, durante la homilía, el abuelo Paulo le dio a la nueva pareja tres consejos para que un Matrimonio funcione:
“Mucho amor, mucho amor, un camión de amor. Segundo: la fidelidad. La máxima fidelidad para no traicionar a esa persona, para que no se sienta frustrada por el compromiso que ha hecho. La tercera es la caridad, entre la pareja y con la sociedad”.
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