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Los Reyes Magos visitaron a cientos de niños enfermos

Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron a los hospitales pediátricos públicos de la Ciudad de México, donde repartieron regalos y llenaron de ilusión a muchos pequeños.   Abimael César Juárez Como todos los años, los Reyes Magos no sólo visitaron los hogares mexicanos, sino también los hospitales infantiles de la Ciudad de México, donde cientos de […]

  • Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron a los hospitales pediátricos públicos de la Ciudad de México, donde repartieron regalos y llenaron de ilusión a muchos pequeños.

 

Abimael César Juárez

 

Como todos los años, los Reyes Magos no sólo visitaron los hogares mexicanos, sino también los hospitales infantiles de la Ciudad de México, donde cientos de niños se encuentran internados. Como en otras ocasiones, los pequeños pudieron saludara a Melchor, Gaspar y Baltazar, y recibieron de ellos juguetes y dulces.

Su llegada fue durante la noche, cuando los niños menos lo esperaban; en algunos hospitales, una enfermera o un doctor fueron los cómplices en esta cariñosa y emocionante aventura, pues con ellos acordaron la hora de llegada para sorprender a los pequeños en su pabellón.

Otros niños tuvieron que esperarlos en su habitación, algunos acompañados de sus papás, quienes no pudieron evitar emocionarse al ver la alegría que causó la llegada de los Magos de Oriente, pues por un momento sus hijos se olvidaron la enfermedad, y presurosos se dieron a la tarea de abrir sus regalos y disfrutar las golosinas.

Por su parte, los Reyes Magos no perdieron la oportunidad de recordarles la importancia de seguir las indicaciones de los galenos y tomarse sus medicinas correctamente para una pronta recuperación.

Tampoco se quedaron sin juguetes los bebés, ni los niños que por desgracia se encuentran en coma, tampoco los más grandes, pues como cada año, Melchor, Gaspar y Baltazar se las arreglaron a través de una colecta especial en la Parroquia de la Asunción, en la colonia Aculco, delegación Iztapalapa.

Gracias a ello, una vez más cientos de niños iluminaron su rostro con una sonrisa al abrir sus regalos y encontrar muñecas, juegos de té o de mesa, pelotas, carritos, sonajas, frazadas, gorritos, sandalias y dulces.

Uno de los ayudantes de los Reyes Magos explicó a este semanario: “Muchos de los que hemos colaborado en esta labor comenzamos a hacerlo por los niños, pero con el tiempo nos dimos cuenta que nosotros también hemos sido beneficiados, nos hemos sensibilizado mucho; ver la reacción de cada uno de ellos es impresionante y emocionante”.

Otro voluntario explicó que para él es maravilloso ver que por un momento los pequeños se olvidan de su enfermedad. “Sabemos que cada uno de ellos está luchando por salvar su vida. En una ocasión visitamos a un niño que estaba en coma, la enfermera nos dijo que no dejáramos nada porque sólo estaban esperando el desenlace; cuando los Reyes Magos se acercaron y hablaron con él, todo su espectro médico reaccionó; desde entonces sabemos que incluso los niños en coma tienen la misma ilusión de que los visiten los Reyes Magos”.

Melchor también se prestó a compartir su experiencia: “Ver la sonrisa de un niño, verlo que se levanta y corre a saludarnos, que quiere jugar con nosotros por el simple hecho de visitarlo, me ha dejado todas las satisfacciones del mundo, no tengo palabras para explicarlas; por lo tanto, nuestras visitas a los hospitales seguirán hasta que Dios lo permita. Algunas enfermeras nos han dicho que hay niños que están en cuidados intensivos y no se paran, pero al vernos, todo cambia”.

Cuenta también que en una ocasión, cuando llegaron a la colonia Moctezuma, se les echó encima una bola de adictos, pero al ver que eran los Reyes Magos y que iban a entregar juguetes al hospital, ellos también se fueron de compras y les entregaron más juguetes para que los repartieran entre los niños enfermos; “eso nunca se nos va a olvidar, hay mucha gente buena, sólo que no sabe que lo es”.

Y tampoco quiso perder la oportunidad de enviar un mensaje a los lectores del semanario y a los fieles de la VII Vicaría para invitarlos a formar parte de esta “mágica” experiencia, a través de la donación de juguetes nuevos para llegar el próximo año a más niños de los hospitales, llevándolos a la Parroquia Asunción de María, Veracruz Núm. 14, Col. Aculco. Para mayores informes, llamar al 5633-0337.