Bula con la que el Papa nombra al Card. Carlos Aguiar como nuevo Arzobispo Primado de México
Leída en la Catedral Metropolitana de México en el acto de Profesión de Fe. Francisco Obispo, Siervo de los Siervos de Dios. A nuestro Venerable hermano Carlos Aguiar Retes, Cardenal de la Santa Romana Iglesia, hasta ahora Arzobispo de Tlalnepantla, nombrado Arzobispo de la Sede Metropolitana de México, salud y bendición apostólica. Teniendo frecuentemente […]
- Leída en la Catedral Metropolitana de México en el acto de Profesión de Fe.
Francisco Obispo, Siervo de los Siervos de Dios.
A nuestro Venerable hermano Carlos Aguiar Retes, Cardenal de la Santa Romana Iglesia, hasta ahora Arzobispo de Tlalnepantla, nombrado Arzobispo de la Sede Metropolitana de México, salud y bendición apostólica.
Teniendo frecuentemente en nuestro ánimo y ante nuestra mirada la numerosa multitud de fieles de la Iglesia en México, en todo momento hemos querido poner a su alcance las providencias que consideramos de beneficio espiritual para la misma comunidad.
Así, dado que Nuestro Venerable Hermano Norberto Rivera Carrera, Cardenal de la Santa Romana Iglesia, ha concluido su mandato, hemos prudentemente pensado en elegir a alguien que le suceda en el cargo y ayude a hacer frente a los diversos actuales desafíos.
Y Tú, Hermano Nuestro revestido de la dignidad cardenalicia, habiendo desempeñado con solicitud y entusiasmo tu misión de pastor, nos has parecido idóneo para acoger y gobernar ese rebaño.
Por consiguiente, escuchado el parecer de la Congregación para los Obispos, haciendo uso de Nuestra autoridad, liberándote del vínculo con la Iglesia de Tlalnepantla te constituimos Arzobispo Metropolitano de la Sede de MÉXICO, con todos los derechos y obligaciones inherentes a tal Oficio y en conformidad con las disposiciones de los sagrados cánones.
Darás a conocer esta tu elección al clero y al pueblo fiel, a quienes amablemente exhortamos a que te acepten de buena voluntad como maestro y guía.
Por otra parte, Venerable Hermano, que como cardenal colaboras con nosotros, cuando llegues a esa comunidad eclesial pide con insistencia las luces sobrenaturales y las ayudas necesarias, implorando, al mismo tiempo, con toda confianza, el auxilio de la Virgen María de Guadalupe, para que contando con el apoyo de los obispos auxiliares, puedas prudentemente enseñar y regir con fruto a los fieles.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 7 de diciembre del año del Señor dos mil diecisiete, quinto de nuestro pontificado.
Papa Francisco