Todos los niños tienen derecho al agua y a servicios higiénico-sanitarios. Y, sin embargo, cada día, millones de niños no pueden acceder a ello. A nivel global, en áreas inestables y devastadas por conflictos, 420 millones de niños no disponen de servicios higiénicos de base y 210 millones de niños no tienen acceso a agua potable segura. Lo denuncia el informe de UNICEF «El agua bajo el fuego», lanzado en la Semana mundial del agua y dedicado al vínculo entre emergencias, desarrollo y paz en las zonas inestables y golpeadas por conflictos. A nivel global, más de ochocientos millones de niños viven en 58 áreas inestables o golpeadas por la violencia, y entre ellos 220 millones de niños viven en contextos “extremamente inestables”. Los que viven en estas últimas áreas, revela el informe, tienen cuatro veces mayores probabilidades de no tener servicios higiénico-sanitarios de base y ocho veces más probabilidades de no tener servicios de agua potable de base. En los conflictos, el agua no segura puede ser tan mortal como los proyectiles. De media, los niños de menos de 15 años que viven en zonas de conflicto, tienen casi el triple de probabilidades de morir por enfermedades vinculadas al agua no segura y a los servicios higiénico-sanitarios que de morir por la violencia directa.
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