Las dos cosas que se necesitan para ser una persona virtuosa según el Papa

El Papa Francisco aseguró que la virtud es un don muy hermoso que pueden tener los seres humanos, ¿pero de qué manera podemos adquirir esta gracia para ser una persona virtuosa? El Santo Padre nos lo explica.

Al dar su catequesis durante la Audiencia General, el Papa Francisco aseguró que para el cristiano el primer auxilio que obtiene es la gracia de Dios y esta se refrenda cuando el Espíritu Santo actúa “en nosotros, quienes hemos sido bautizados”, ya que interviene en nuestra alma para conducirla a una vida virtuosa.

“¡Cuántos cristianos han llegado a la santidad a través de las lágrimas, al constatar que no podían superar ciertas debilidades! Pero han experimentado que Dios ha completado esa obra buena que para ellos era sólo un esbozo. La gracia precede siempre a nuestro compromiso moral”, aseguró.

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¿Qué se necesita para que una persona sea virtuosa?

En el documento preparado por el Papa Francisco y leído por el padre Pierluigi Girolicon, colaborador de la Secretaría de Estado, Su Santidad aseveró que no debemos olvidar nunca “la riquísima lección” que nos ha llegado de la sabiduría de los antiguos y que nos indica que “la virtud crece y puede ser cultivada”.

Así, para que ese cultivo germine y logre conformar a una persona virtuosa, destalló el Papa Francisco, se debe contar con dos elementos fundamentales:

1. Un don inestimable que poseemos es la apertura mental, es la sabiduría que sabe aprender de los errores para dirigir bien la vida.
2. Luego se necesita la buena voluntad: la capacidad de elegir el bien, de plasmarnos mediante el ejercicio ascético, rehuyendo los excesos.

Estas son las características que tiene una persona virtuosa, según el Papa

Durante la Audiencia General del 13 de marzo de 2024 celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco aseguró que el corazón humano puede complacerse en malas pasiones, puede prestar atención a tentaciones nocivas disfrazadas con vestidos seductores, pero también puede oponerse a todo esto.

“Por fatigoso que sea, el ser humano está hecho para el bien, que le realiza verdaderamente, y también puede practicar este arte, haciendo que ciertas disposiciones se hagan permanentes en él. La reflexión sobre esta maravillosa posibilidad nuestra constituye un capítulo clásico de la filosofía moral: el capítulo de las virtudes”, indicó.

El Papa Francisco recordó que el término latino de la palabra virtud (virtus) “subraya sobre todo que la persona virtuosa es fuerte, valiente, capaz de disciplina y ascetismo; por tanto, el ejercicio de la virtud es fruto de una larga germinación que requiere esfuerzo e incluso sufrimiento”, en tanto que en su connotación griega (aretè), “indica algo que sobresale, algo que resalta, que suscita admiración”.

“La persona virtuosa es, entonces, la que no se desnaturaliza deformándose, sino que es fiel a su vocación, realiza plenamente su ser”, subrayó el Papa Francisco durante sus catequesis.

¿Cómo define el Papa la virtud?

Luego de que durante ocho catequesis el Papa Francisco se enfocara en los vicios o pecados que afectan a los hombres, el Santo Padre inició una nueva serie que se enfocará en las virtudes que pueden desarrollarse en las personas, por lo que inició con una definición de lo que es el concepto de la virtud.

El Catecismo de la Iglesia Católica, indicó el Obispo de Roma, ofrece una definición precisa y concisa al señalar que “la virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien“, por lo que no se debe catalogar como “un bien improvisado y algo casual que cae del cielo de forma episódica”.

Sin embargo, precisó que pese a que la historia establece que incluso los criminales, en un momento de lucidez, han realizado buenas acciones y que ciertamente estas acciones están escritas en el “libro de Dios”, la virtud es otra cosa.

“Es un bien que nace de una lenta maduración de la persona, hasta convertirse en una característica interior suya. La virtud es un hábitus de la libertad. Si somos libres en cada acto, y cada vez estamos llamados a elegir entre el bien y el mal, la virtud es lo que nos permite tener un hábito hacia la elección correcta”, concluyó el Papa Francisco.

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