Editorial

Que nada nos preocupe y que todo nos ocupe

La profunda devoción del pueblo mexicano a la Virgen de Guadalupe, que se vio reflejada como todos los años en la asistencia masiva de peregrinos al Tepeyac, especialmente durante sus festividades, da cuenta de la fe viva de este pueblo que la Madre de Dios ha elegido como centro para mostrar a su Hijo a todas las naciones.

“Hijito mío, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No soy yo vida y salud? ¿No estás en mi regazo y corres por mi cuenta?”. Estas palabras de la Guadalupana siguen llenando de consuelo a millones de mexicanos que han perdido el rumbo en su vida, que ante múltiples circunstancias adversas encuentran la certeza de alguien que los ama.

Este panorama, para muchos desolador -por la descomposición social que ha ascendido a niveles inimaginables- es producto de nuestra soberbia y confianza total en nuestras solas fuerzas y capacidades de seres humanos, de la idea de que solos podemos enfrentar los desafíos terrenos; pero sobre todo, de una relación a conveniencia con Dios, de quien esperamos todo sin asumir ningún tipo de compromiso individual o comunitario.

Lo cierto es que las amenazas, incertidumbres y temores se desvanecen cuando contemplamos el rostro amoroso de la Guadalupana plasmado para siempre en la humilde tilma de un hombre bueno y generoso –como la mayoría de los mexicanos- que supo no ceder a la tentación de poner en duda el plan de Dios, y en lugar de eso atendió la voz del cielo para cambiar el destino de una nación.

Hoy la Virgen de Guadalupe nos llama, con la misma delicadeza con que se dirigió a San Juan Diego, a no olvidar que su Hijo está con nosotros, atento a nuestras necesidades y dispuesto a caminar de la mano, siempre y cuando tengamos la intención de dejarnos salvar por Él. Hoy, como hace 487 años, la Morenita habla a los mexicanos también con aquella insistencia con que interpeló a su mensajero, para pedirles que cumplan lo que Dios quiere de este pueblo: trabajo, honestidad, generosidad, compromiso social, y sobre todo, fidelidad al verdadero Dios por quien se vive.

Leer: La Virgen de Guadalupe, llave para encontrar la paz

DLF Redacción

La redacción de Desde la fe está compuesta por sacerdotes y periodistas laicos especializados en diferentes materias como Filosofía, Teología, Espiritualidad, Derecho Canónico, Sagradas Escrituras, Historia de la Iglesia, Religiosidad Popular, Eclesiología, Humanidades, Pastoral y muchas otras. Desde hace 25 años, sacerdotes y laicos han trabajado de la mano en esta redacción para ofrecer los mejores contenidos a sus lectores.

Entradas recientes

fotogaleria

El Santo Padre recibió un baloncesto a manera de obsequio por parte de jugadores de…

1 mes hace

Medio prueba

medio

1 mes hace

Congreso Eucarístico Internacional en Ecuador: ¿Qué significa ante la convulsión política que sufre América Latina?

¿Cuál es el aporte de la Iglesia Católica en un mundo sacudido por guerras y…

5 meses hace

¿Quién tuvo la razón: el sacerdote, la mamá o las mujeres del equipo de liturgia?

¿Qué podemos aprender de este episodio ocurrido en México? El P. Medel reflexiona sobre lo…

5 meses hace

Queremos un gobierno para todos

En el marco del Último Informe de Gobierno de AMLO y del inicio de la…

5 meses hace

Pon la basura en su lugar

El verdadero Edén es el corazón humano en donde Dios mismo quiere pasear sabiendo que…

5 meses hace

Esta web usa cookies.